Si en tu empresa tienen un sistema de gestión de calidad, medio ambiente o seguridad y salud en el trabajo, es probable que, de cuando en cuando, hayas tenido que enfrentarte a la normativa de seguridad industrial. También es un tema recurrente en otros sistemas de gestión, pero en este post me voy a centrar en estos 3 esquemas, que son los más extendidos.
Dependiendo de cómo de compleja sea tu actividad también puede ser que en alguna auditoría el auditor haya detectado incumplimientos en esta materia, tanto en el cumplimiento práctico de los requisitos, como en la identificación formal de los mismos (¡¿es qué no pueden parar de sacar reglamentos?!).
A lo largo de este post voy a tratar de ayudarte a entender la relación entre la seguridad industrial y los sistemas de gestión, y voy a darte algunos consejos para mejorar el control de este puñetero farragoso marco normativo:
Objeto de la seguridad industrial
Acudiendo a la legislación básica en materia de seguridad industrial en España (La Ley 21/1992 de industria) tenemos que:
«La seguridad industrial tiene por objeto la prevención y limitación de riesgos, así como la protección contra accidentes y siniestros capaces de producir daños o perjuicios a las personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, derivados de la actividad industrial o de la utilización, funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones o equipos y de la producción, uso o consumo, almacenamiento o desecho de los productos industriales»
«Tendrán la consideración de riesgos relacionados con la seguridad industrial los que puedan producir lesiones o daños a personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, y en particular los incendios, explosiones y otros hechos susceptibles de producir quemaduras, intoxicaciones, envenenamiento o asfixia, electrocución, riesgos de contaminación producida por instalaciones industriales, perturbaciones electromagnéticas o acústicas y radiación, así como cualquier otro que pudiera preverse en la normativa internacional aplicable sobre seguridad»
Los objetivos que persigue la seguridad industrial (prevenir daños a las personas o al medio ambiente), nos llevan de manera directa a los objetivos de los sistemas de gestión de calidad, medio ambiente o seguridad y salud en el trabajo; la relación es clara y es un ámbito cuyo conocimiento no podemos obviar en un sistema de gestión de este tipo. Más adelante profundizaré un poco más en la relación con cada tipo de sistema de gestión.
Si tengo una academia, ¿de qué seguridad industrial me estás hablando?
Muchas veces cuando la gente oye eso de “industrial” entiende que es aplicable exclusivamente en una industria…. ¡ERROR!
Volviendo a la Ley de Industria tenemos también:
“Las disposiciones sobre seguridad industrial serán de aplicación, en todo caso, a las instalaciones, equipos, actividades, procesos y productos industriales que utilicen o incorporen elementos, mecanismos o técnicas susceptibles de producir daños o perjuicios a las personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, derivados de la actividad industrial o de la utilización, funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones o equipos y de la producción, uso o consumo, almacenamiento o desecho de los productos industriales”.
Por tanto, aunque la ley se denomine “de Industria”, las disposiciones incluidas en la misma o las que de ella se derivan, son aplicables a todas las instalaciones, equipos, actividades, procesos y productos industriales que puedan producir daños a las personas o al medio ambiente, con independencia del edificio en el que se encuentren.
Así por ejemplo, en un establecimiento hotelero, nos podríamos encontrar las siguientes instalaciones objeto de esta legislación:
Por pequeña o sencilla que te parezca tu empresa, seguro que como mínimo tienes una instalación de baja tensión y algunos equipos de protección contra incendios (al menos 1 extintor), así que, seguro que te va a tocar entender un poco cuáles son los requisitos que te aplican y ponerlos en marcha.
Seguridad industrial y Sistemas de Gestión
En el primer apartado veíamos los objetivos que persigue la legislación en materia de seguridad industrial, que básicamente podemos resumir en:
- Proteger a las personas
- Proteger el medio ambiente.
Por otra parte, más allá del objetivo que persiga, tenemos que tener en cuenta que, la legislación de seguridad industrial es un marco normativo aplicable a cualquier actividad y como tal, debe ser tomado en consideración desde el punto de vista del cumplimiento de requisitos legales y desde el punto de vista del posible riesgo asociado al incumplimiento.
Por analizar este planteamiento sobre la base de ISO 9001: antes de la versión 2015 esta norma no abordaba de forma expresa el pensamiento basado en riesgos, ni las expectativas de las partes interesadas, tampoco resultaba del todo clara la interpretación del cumplimiento legal (se ponía más el foco en los requisitos legales directamente aplicables a la actividad o producto). En la versión 2015 el apartado 8.2 nos habla de los requisitos asociados a productos y servicios, pero, antes de eso, la norma nos habla de la necesidad de identificar los requisitos que se deriven de partes interesadas (punto 4.3) y de la necesidad de identificar posibles riesgos (punto 6.1).
Cuando pensamos en el cumplimiento de los requisitos para los productos y servicios en hotel, por poner un ejemplo, tenemos unos cuantos requisitos definidos por el cliente de forma tácita, que nos llevan de manera directa a la seguridad industrial:
- Que la temperatura del agua de la piscina sea agradable (reglamento de instalaciones térmicas).
- No morir electrocutado mientras se ducha (reglamento de baja tensión).
- Que las cámaras frigoríficas funcionen correctamente y garanticen la preservación de los alimentos (reglamento de instalaciones frigoríficas).
- No morir al desplomarse el ascensor (reglamento de aparatos de elevación y manutención).
Cuando nuestro cliente no viene a nuestras instalaciones, puede ser más difusa la relación directa entre requisitos de productos y servicios y requisitos de seguridad industrial, pero, incluso cuando no encontremos una relación directa, siempre tenemos dos áreas que igualmente nos obligan al cumplimiento:
- Pensamiento basado en riesgos: el malfuncionamiento de la instalación de baja tensión, por ejemplo, puede derivar en un incendio o en accidentes del personal de la empresa, que son dos situaciones que pueden afectar gravemente a nuestra capacidad para proveer productos o prestar servicios. También una sanción por incumplimientos o el precinto de una máquina o del establecimiento entero son riesgos a valorar y abordar desde el apartado de planificación.
- Cumplimiento de requisitos de partes interesadas: el personal, la administración, nuestros proveedores y subcontratistas… entre las partes interesadas de la organización vamos a encontrar siempre agentes que esperan de nuestra organización el cumplimiento de todos los requisitos aplicables, incluidos los de seguridad industrial.
Aplicando un análisis similar para sistemas de gestión ambiental (ISO 14001) o de seguridad y salud en el trabajo (ISO 45001 u OHSAS 18001) podríamos tener el siguiente esquema:
Como ves, la seguridad industrial es una herramienta imprescindible para el soporte de cualquier sistema de gestión, con lo que si pretendes ser una empresa certificada deberás abordar este tema con rigor.
La no conformidad puede ser el menor de tus problemas
Hasta ahora me he centrado en la necesidad e importancia de controlar correctamente los requisitos de seguridad industrial, como elemento de soporte para los sistemas de gestión.
En todo caso, tanto si eres una empresa certificada como si no lo eres, el marco legislativo en materia de seguridad industrial hay que cumplirlo como cualquier otro requisito legal aplicable a la empresa.
La norma básica en materia de seguridad industrial, la Ley 21/1992 de industria define en su artículo 30 la clasificación de infracciones en materia de seguridad industrial: leves, graves o muy graves. A su vez el artículo 34 se destina a definir la cuantía de las sanciones:
Tipo de infracción | Cuantía multa |
---|---|
Leves | Hasta 60.000 € |
Graves | Hasta 6.000.000 € |
Muy graves | Hasta 100.000.000 € |
Para que te hagas una idea te cuento 3 posibles incumplimientos del titular (más o menos frecuentes):
- No suscribir un contrato de mantenimiento estando obligado a ello (p.e. para el mantenimiento de un ascensor o de la instalación de baja tensión de un local comercial de más de 2000 m2).
- Contratar operaciones de mantenimiento a una empresa que no esté habilitada para ello (¡ojocuidao con esos “súper mantenedores” que dicen que hacen de todo!).
- No pasar inspecciones periódicas por organismo de control estando obligado a ello.
Esto corresponde sólo a sanciones de tipo administrativo, así que, si lo que has leído hasta ahora te suena preocupante (porque en algún caso hablamos de mucho dinero), piensa que se puede quedar en nada si, como consecuencia del mal estado de una instalación, se produce un accidente que derive en daños materiales o en las personas. Si se da esa terrible situación, dejamos de lado el plano administrativo, y nos metemos en el peliagudo mundo de la responsabilidad civil e incluso penal.
Llegados a este punto, si el tema te preocupaba para mejorar el control de tu sistema de gestión, ahora supongo (y espero) que te empezará a parecer crítico.
Cómo mejorar el control de los requisitos
Dado que, a estas alturas del post, debes estar comprometido con el cumplimiento de estos requisitos, te voy a dar algunas directrices básicas para mejorar tu control sobre los mismos. Te cuento 5 pasos indispensables para abordar este tema:
Identificar equipos e instalaciones
Coge papel y bolígrafo, abre la cámara del móvil y ponte el casco con el frontal para hacer espeleología documental: ha llegado la hora de hacer la foto de detalle de nuestras instalaciones.
Debes identificar las distintas instalaciones y equipos presentes en tu empresa y, para cada una de ellas, debes recabar sus datos completos. Dependiendo del tipo de instalación o equipo hay que tomar unos datos u otros: potencia, uso, volumen, presión, tipo de fluido almacenado (o utilizado), disposición, número de paradas o velocidad (ascensores), etc. También es importante el año de puesta en servicio o de fabricación porque condiciona el marco normativo aplicable (en general no se exige aplicación retroactiva de los nuevos reglamentos a instalaciones anteriores a la entrada en vigor).
Cada dato puede implicar una obligación u otra o una periodicidad para cada tipo de obligación. Incluso algunas características pueden implicar que debemos acudir a un reglamento en vez de a otro.
Dos ejemplos:
- Dos depósitos de combustibles se regirán por el RD 1427/1997 MI-IP 03 o por RD 706/2017 MI-IP 04, en función de si se destina a suministrar combustible a maquinaria (usos propios) o a vehículos.
- Una misma instalación de aire acondicionado se puede regir por RD 1027/2007 (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) o por RD 552/2019 (Reglamento de seguridad para instalaciones frigoríficas) en función de si la finalidad de la misma es garantizar el confort térmico de las personas o una determinada temperatura para un proceso industrial o un centro de procesamiento de datos.
Dado que los requisitos y los datos requeridos van de la mano, esta etapa debe combinarse con la siguiente para completar la información. Esta etapa se debería integrar con los requisitos relativos a infraestructura de los distintos sistemas de gestión. Es recomendable tener una ficha identificativa de cada instalación o equipo con sus datos básicos.
Revisar marco normativo y otros requisitos
Como te decía hace dos párrafos, este punto debemos combinarlo con el anterior ya que tenemos que ir recopilando la normativa aplicable a cada instalación o equipo, al tiempo que vamos identificando el equipo o instalación en sí.
Este tema es bastante complejo dado que la normativa aplicable es bastante extensa y sufre cambios y revisiones con mucha frecuencia.
La ley básica, a nivel nacional, es la Ley 21/1992 de Industria que prevé en su artículo 12 el desarrollo de distintos reglamentos. Aparte de esta ley y los citados reglamentos (que se publican como reales decretos), debemos tener en cuenta normativa comunitaria y también normativa autonómica.
Lo más importante aquí es identificar qué marco legal concreto le aplica a cada instalación o equipo de nuestra empresa.
Puedes acceder a una recopilación legislativa actualizada aquí:
http://www.f2i2.net/legislacionseguridadindustrial/SeguridadIndustrial.aspx
La web de industria de tu comunidad autónoma te puede servir para identificar requisitos legales autonómicos.
Googleando es posible localizar algunas guías informativas que resultan de utilidad, e incluso existen algunas webs en las que es fácil identificar obligaciones en materia de seguridad industrial a partir de la entrada de datos. En Canarias contamos con www.instalacionesseguras.es en cuyo desarrollo he podido colaborar como miembro de Aceico, desde el organismo de control en el que trabajo.
En esta función también te puede prestar asesoramiento un técnico competente (habitualmente ingeniero), un instalador habilitado o un organismo de control en materia de seguridad industrial (suelen tener tablas resumen de inspecciones reglamentarias bastante fáciles de utilizar). En todo caso, lo mejor es que quien te informe te facilite la referencia normativa, de modo que puedas integrarlo en tu identificación de requisitos aplicables. Huye del asesoramiento informal (ese que te presta un amigo mientras tomas un café) si no viene refrendado por el marco normativo, he conocido de manera directa algún caso de empresa en líos por un mal asesoramiento. Este punto se debería integrar en tu proceso de identificación y evaluación de requisitos aplicables.
Hacer uso según normativa o indicaciones de instalador o fabricante
Como titular de una instalación o equipo, hay que vigilar que todo usuario de la misma respete las indicaciones de normativa, fabricante o instalador. Estas pautas de uso y mantenimiento suelen incluir recomendaciones para un uso seguro y también algunas instrucciones para operaciones de mantenimiento sencillas o forma de actuar en caso de avería.
La pauta más básica de todas es hacer uso de la instalación o equipo para la finalidad prevista (ejemplo típico: un montacargas es para montar cargas y no personas).
En el ámbito de la baja tensión, por ejemplo, a todos nos suenan cosas como “no sobrecargar enchufes”, “no utilizar con las manos mojadas” o “comprobar el funcionamiento del diferencial pulsando el botón de test una vez al mes” (sí, eso que no hace nadie).
En los casos de maquinaria puede haber recomendaciones relativa a capacidad máxima de carga, operaciones de mantenimiento básicas, etc.
Los usuarios deberán abstenerse de modificar o alterar las instalaciones o equipos que utilizan.
En el ámbito de algunos sistemas de gestión resulta recomendable establecer registros para documentar las operaciones de limpieza o mantenimiento básico realizadas, o para registrar comprobaciones periódicas de las condiciones de seguridad (registros de control operacional).
También es importante garantizar la formación del personal para el desarrollo de este tipo de operaciones (requisitos de competencia del personal).
Contratar agentes habilitados
En muchos casos, el titular de la instalación no va a poder asumir por sí mismo todas las operaciones requeridas en los distintos reglamentos. En función de las características de la instalación, el reglamento puede requerir que el mantenimiento lo realice una empresa mantenedora, que se suscriba un contrato de mantenimiento, que se realicen un determinado tipo de revisiones o que se realicen inspecciones reglamentarias por organismo de control.
En esos casos es crítico que el titular identifique correctamente qué empresas están habilitadas para realizar los distintos trabajos.
Para identificar las empresas competentes para la ejecución o el mantenimiento de una determinada instalación, el titular puede hacer una consulta al registro integrado industrial creado por Real Decreto 559/2010, de 7 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento del Registro Integrado Industrial. En ese registro es posible realizar consultas por tipos de reglamento, ámbito geográfico, etc. Las empresas instaladoras y mantenedoras se integran en la división B.
https://sedeaplicaciones.minetur.gob.es/RII/consultaspublicas/consultadatos.aspx
Para identificar los organismos de control competentes para la realización de cada tipo de inspección de una determinada instalación, el titular puede hacer una consulta en el mismo registro integrado industrial. Los organismos de control se integran en la división C, junto con otras entidades que forman parte de la infraestructura para la calidad y la seguridad industrial (laboratorios, entidades de certificación, etc.). En el caso de los organismos de control no es muy eficaz hacer una consulta por ámbito geográfico porque todos pueden operar a nivel nacional. https://sedeaplicaciones.minetur.gob.es/RII/consultaspublicas/consultadatos.aspx
También es posible buscar organismos de control acreditados en la web de ENAC.
Este tipo de requisitos relativo a la competencia de posibles subcontratistas o proveedores, se deberían integrar en el proceso de control de productos y servicios suministrados externamente o como parte de tu control operacional de compras o subcontrataciones. En aquellos sistemas en los que se haya definido una sistemática de aprobación de proveedores, basada en distintos parámetros, la competencia o habilitación para realizar este tipo de trabajos debería ser el primer filtro.
Controlar la documentación
La documentación que acompaña a una instalación o equipo a lo largo de su vida podría ser la siguiente:
- Proyecto.
- Certificado de instalador.
- Certificados de fabricante (declaración de prestaciones, marcado CE, etc.).
- Instrucciones de uso y mantenimiento.
- Registros de operaciones de mantenimiento realizadas por empresa mantenedora.
- PPIs de controles u operaciones con personal propio.
- Contratos de mantenimiento.
- Certificados de revisión reglamentaria.
- Certificados de pruebas o ensayos de funcionamiento.
- Certificado de inspección inicial.
- Certificados de inspecciones periódicas.
El titular de la instalación tiene la obligación de custodiar toda la documentación técnica asociada a la misma, a lo largo de su vida. Dicha documentación podrá ser requerida por la administración competente en cualquier momento para verificar el cumplimiento de los requisitos de aplicación. Esta responsabilidad de conservar documentación, debe alinearse con los requisitos de control de información documentada de los distintos sistemas de gestión. En su mayoría los documentos a custodiar son registros externos y los tiempos de retención deben ajustarse al marco legal.
Conclusiones
Espero que este post te haya sido útil y te haya aclarado un poco este tema. Te resumo los puntos básicos que hemos visto:
- La seguridad industrial persigue mejorar la seguridad de las personas y proteger el medio ambiente. Sus requisitos son aplicables a cualquier empresa (por pequeña que sea).
- La seguridad industrial es una palanca básica para el mantenimiento de tu sistema de gestión porque su cumplimiento se alinea con los objetivos de las normas, con el pensamiento basado en riesgos y con el cumplimiento de expectativas de partes interesadas.
- Si incumples los requisitos de seguridad industrial te expones a sanciones administrativas con cuantías considerables y, como tengas un accidente relativo a este tema, puedes acabar incurriendo en responsabilidades civiles e incluso penales. Realmente no vale la pena hacer las cosas mal.
- En este campo no valen los consejos de barra de bar, asegúrate de que conoces realmente tus requisitos.
- Cuando tengas que recurrir a un profesional en esta materia, verifica que la empresa o profesional que contratas está legalmente habilitada para actuar en el campo correspondiente.
¿Te ha ayudado este post? ¿Querrías que profundizara algo más en algún reglamento específico en próximas entradas? Si quieres o si tienes alguna duda, me puedes escribir aquí. Si te interesa, tengo para ti un curso específico de requisitos de seguridad industrial.